Eres lo que el Padre dice que Eres!

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Porque el reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. (Mateo 25:14-15 LBLA)
Jamás el Padre Celestial nos va a entregar algo en nuestras manos que no estemos en la capacidad de llevarlo a cabo.

Cuando se le presento a Moisés para enviarlo a liberar a Su Pueblo, es porque ahora se encontraba en la capacidad de poder sacar a ese pueblo y llevarlo hacia la Tierra que El había prometido. 

Si el Padre te dice que eres Valiente, es porque así Él lo ve, no podemos decirle que no lo somos cuando Él está viendo lo eres.

Y vino el ángel del SEÑOR y se sentó debajo de la encina que estaba en Ofra, la cual pertenecía a Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: El SEÑOR está contigo, valiente guerrero. Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: "¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?" Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo? (Jueces 6:11-14 LBLA)
El ángel se presenta a Gedeón y le dice lo que el Padre está viendo en él y no le cree, trata de buscar excusas para no caminar en Fe, y le pone una serie de señales para tratar de convencer al Padre de que él no es lo que Él dice que es.

En nuestro caminar como cristianos, los sufrimientos, y tantas cosas que tenemos que dejar o despojarnos para poder ser útiles a nuestro Padre, nos pueden llevar a creer que no somos aptos para lo que el Padre está entregando en nuestras manos.

Y el SEÑOR le dijo: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el SEÑOR? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar. Pero él dijo: Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien tú quieras. Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Moisés, y le dijo: ¿No está allí tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él habla bien. Y además, he aquí, él sale a recibirte; al verte, se alegrará en su corazón. Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca; y yo estaré con tu boca y con su boca y os enseñaré lo que habéis de hacer. (Éxodo 4:11-15 LBLA)

Moisés creyó que porque el trato lo había hecho tartamudo que eso era un inconveniente para servirle y no fue así, si tenemos una debilidad, el Padre va a poner ayudas ministeriales o personas que nos ayuden para que hagamos lo que El piensa que si podemos hacer, no podemos poner excusas al Padre, cuando Él dice que eres valiente, es porque lo eres.

Jamás el Padre te va a decir algo que no ve en ti. 
Si Él dice que eres un varón o mujer esforzado y valiente, es porque en ti hay simiente guerrera, eres un guerrero(a), y nosotros tenemos que caminar en fe, creyendo que eso que está dentro de mí, un día va a brotar, y crecerá y se desarrollara y dará fruto.

Decía también: El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, y se acuesta y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe. La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga. Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega. (Marcos 4:26-29 LBLA)
Es como la semilla, que se siembra, muere, brota, crece, y luego da fruto.

Lo que el Padre sembró en ti, allí esta, dentro de ti, pero tiene que morir, porque si no muere, no puede dar fruto, es necesario morir, es un proceso doloroso y va a depender de mí, porque la semilla tiene un tiempo, y si no se cumple, se muere y por lo tanto, muere el propósito de la semilla, aunque en nosotros hay un principio, de que si El comenzó la obra, El la va a terminar, por ese motivo es necesario que en los momentos más difíciles de nuestra vida, nosotros no nos quejemos, si no que aprendamos a sufrir como Jesús, porque luego del sufrimiento viene el gozo, que es impuesto para soportar lo más difícil, pero tengo que morir para que brote la semilla.

Luego nace el tallo, dice la Escritura, eso es hermoso, cuando se ve que brota la semilla, en el sembrador hay alegría, nuestro Padre es el primero que se goza cuando ve que estamos brotando, que empezamos a ser vistos, y así continua el proceso, pero el fin o propósito es el Fruto.
Solo si morimos es que podemos dar lo que el Padre quiere que demos, mucho fruto.

En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. (Juan 12:24 LBLA)
Y aquí empieza otro periodo, porque el Padre quiere que demos mucho fruto, no solo fruto, sino más fruto y luego el propósito en el cual Él se regocija, cuando damos mucho Fruto.
En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos. (Juan 15:8 LBLA)
No podemos negarnos, si Él lo dice, solo Él sabe porque lo dice.

Pedro llego donde Jesús y Él le dijo que no se llamaría mas Cefas, sino que sería llamado Pedro, no parece que sus amigos lo creyeran, pero Pedro si creyó que así pasaría.
Cefas significa JUNCO, es decir que el carácter de Pedro, que era violento, era lo que lo hacía quebradizo, pero que luego le formarían su carácter y llegaría a ser esa columna para la Iglesia, esa piedra de edificación junto a la Piedra Angular del Edificio.
También vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. (1 Pedro 2:5 LBLA)
Somos piedras vivas, no podemos ser piedras muertas, tenemos que dejar que ese fuego del Padre se encienda en nuestros corazones y allí nace el principio de grandes victorias en Jesucristo.

Somos lo que Él dice que somos y aunque muchos no lo vean, incluyéndonos, si Él lo dice, así soy yo. Aleluya!
De aquí en adelante, no creas lo que otros dicen de ti, ni siquiera lo que tu pienses de ti, creas lo que el Padre dice que eres, un guerrero, una guerrera! 

Adelante en el Propósito, si ves que como que las cosas no están saliendo como tú crees, espera que aun tienes que morir, pero cuando brotes, allí otros empezaran a ver lo que el Padre hace un buen tiempo ya vio.

Aprendamos a esperar en las promesas, no te canses y sufre con paciencia, que como Job, el Sol resplandecerá y brillara y luego muchos recibirán el calor y la luz de lo que el Padre brilla en ti.

Aprende a ser soldado, atleta y labrador, el fruto de tu esfuerzo y de tu paciencia brillara el día y hora que el Padre señalo.
Confía en El y El hará todas las cosas que El vio en ti.
Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en El, que El actuará; (Salmos 37:4-5 LBLA)
Si tan solo hacemos lo que este verso dice, poner nuestra delicia en El, que todo nuestro ser se volqué a Él, el resto es confiar y saber que El actuara. 

Bendiciones abundantes en Jesucristo,


Casa de RestauraZion.

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