El Secreto del Poder: ¡La Debilidad!

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Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Corintios 12:9 LBLA)
Lo primero que como cristianos deberíamos aprender es que mis pensamientos no son como los pensamientos del Padre, estamos muy lejos de alcanzar a comprender esa dimensión de FE. Si entendemos este principio, estoy seguro que vamos a caminar de forma diferente y vamos a comprender mejor la Palabra del Señor. Yo quiero ir un poco más lejos.

Yo pienso que aun los que desarrollaron los Diccionarios, muchos de ellos se equivocaron, porque trataron con sus mentes no trabajadas, traducir los Pensamientos del Padre, es por eso que Jesús vino a enseñarles que por ejemplo, ojo por ojo, diente por diente, no era ese el pensamiento del Padre, se habían equivocado porque la mente del hombre solo maquina lo malo, pero la mente del Padre, es bondadosa y generosa, llena de misericordia y da muchas oportunidades.
Habéis oído que se dijo: "OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE." Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Y al que quiera ponerte pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa. Y cualquiera que te obligue a ir una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda. (Mateo 5:38-42 LBLA)
Con esto, podemos asentar que la única forma de poder hacer la voluntad del Padre es siendo débiles, Jesús aprendió obediencia por su debilidad y gano la batalla por entregar su voluntad al Padre.

No podemos nosotros pretender que podemos alcanzar Su Poder, si aún no hemos entendido la importancia de alcanzar la debilidad, si Jesús lo tuvo que hacer, cuanto más nosotros tenemos que imitar o seguir sus pasos.
Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas… (1 Pedro 2:21 LBLA)
DEBILIDAD.
G769: ?s???e?a. Frágil, débil (Incapacidad de producir resultados), carencia de fortaleza, negación, impotencia.
Sinónimos: Flaqueza, quebranto, desfallecimiento, impotencia (ineptitud, inutilidad, incapacidad, insuficiencia, ignorancia, inhabilidad).
Teniendo ahora un concepto más amplio de lo que significa debilidad, podemos entender que lo que el Padre quiere es que no metamos nada humano en lo que respecta a Su Reino, porque recordemos que fue dicho que ni la sangre ni la carne puede heredar dicho Reino.


Si Jesús no entrega sus fuerzas y poder propios, jamás se levanta de entre los muertos, Pablo dijo que fue el espíritu de Vida que estaba dentro de Jesús quien lo levanto de entre los muertos. 
De la misma forma es que nosotros tenemos que dejar que ese espíritu de vida fluya en nosotros y la única forma que lo va a hacer es si nos despojamos de todo lo humano y dejamos que sea el Padre quien a través del Espíritu Santo pueda derramar Su Poder.
Porque ciertamente Él fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con El por el poder de Dios para con vosotros. (2 Corintios 13:4 LBLA)
EL ESPÍRITU SANTO.
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles; (Romanos 8:26 LBLA)
Aquí podemos ver que cuando el Espíritu Santo puede ver nuestra debilidad en las cosas espirituales, es en donde El entra a nuestro auxilio. Si nosotros somos orgullosos y no entendemos que los recursos del Padre se van a manifestar cuando nosotros nos hemos humillado, y entendido que no es con nuestras fuerzas, sino con Su Santo Espíritu. 
David salía a la guerra no con sus fuerzas, el primero le preguntaba al Padre si iba, porque sabía que si iba solo, fracasaría en el intento. 
Y si miramos a quienes nos dejaron un legado en la Escritura, todos ellos tuvieron que aprender a depender del Padre y por más que algunos trataron de huir, llegaron a la conclusión que no pueden huir más, que la única forma es rendirse ante quien los puede ayudar. Sigamos sus pisadas.

ABRAHAM E ISAAC.
Entonces Abraham alzó los ojos y miró, y he aquí, vio un carnero detrás de él trabado por los cuernos en un matorral; y Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham aquel lugar con el nombre de El SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte del SEÑOR se proveerá. (Génesis 22:13-14 LBLA)
Todos queremos ser prosperados, anhelamos bienes materiales, ser ricos y tener fama, pero no todos queremos pagar el precio de la debilidad.

Abraham era un hombre de altar, pero sin embargo en su trayecto hacia la casa prometida cometió muchísimos errores, el primero de ellos, abandonar el altar, luego que salió de Egipto se fue nuevamente al primer altar y lo restauro y allí entendió que con sus fuerzas solo encontraría fracasos y muerte.

El altar es algo que nadie puede dejar que caiga en ruinas, en el momento que nos alejamos del altar, estamos dejando una señal de que no necesito del Padre para nada, que yo puedo hacerlo todo solo, y ni aun el llanero solitario pudo hacerlo, no olvidemos que camino con un indio llamado Toro. 
El querer caminar en esta vida sin buscar del Padre, el levantarnos sin orar, el no practicar el ayuno, el no leer la Palabra bajo debilidad, todo esto lo único que va a darnos como resultado es una vida alejada de Dios y como corderos de azazel, a expensas del enemigo.
Aquí vemos que cuando el Padre le pide la promesa, Abraham no se niega ni un solo segundo, inmediatamente hizo los preparativos del sacrificio, sabía que la obediencia traería provisión, que si entregaba todo en las manos del Padre, allí estaba la victoria, sabía que el Padre le había prometido que en Isaac estaba su descendencia, no dudo, camino en fe, y estoy seguro que Abraham caminaba con dolor, con sufrimiento, su hijo el más amado, ahora estaba en las manos del Señor. Recordemos que la palabra debilidad implica dolor, despojarse no es fácil, más aun de un hijo con promesa. Pero sabía que el Padre era su victoria.


Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único hijo; fue a él a quien se le dijo: EN ISAAC TE SERA LLAMADA DESCENDENCIA. El consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir. (Hebreos 11:17-19 LBLA)
Esto es tremendo porque si queremos la provisión, tenemos que subir al monte y llevar la leña, y el Padre proveerá el cordero del sacrificio. 

Por un lado del Monte iba Abraham e Isaac y por el otro lado del Monte iba la provisión. Si nosotros nos proponemos ser débiles, dejar a un lado nuestro orgullo y confiamos en el Padre, desde el mismo instante en que tu propongas en tu corazón rendirse, allí mismo se da la orden para que la provisión llegue. 

PABLO.
Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1 Corintios 2:4-5 LBLA)
Muchos quisieran tener la revelación de Pablo, pero no son muchos los que estarían dispuestos a pasar por la formación ministerial de este hombre. Al hacer un estudio de su vida, fue un hombre que llevo en su cuerpo las marcas de ser un discípulo de Jesús.

Aquí lo vemos dejándonos la clave de la revelación y del poder del Padre, y es la debilidad, el despojarse de todo, no son nuestros estudios teológicos los que van a desprender el poder del Padre, es el dejar todo en sus manos. Muchos subimos al pulpito para descrestar a la gente, pero esos mensajes sin el aceite del Getsemaní, no cambia ni restaura. Pablo en la segunda carta a los corintios hablo de ayunos, de vigilias, y esto es lo que muchos no queremos.

Y para aprender más de este siervo de Dios, veamos el siguiente ejemplo:
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20 LBLA)
EL AYUNO Y LA ORACION.
Pero esta clase no sale sino con oración y ayuno. (Mateo 17:21 LBLA)
¿Para qué nos sirve el ayuno y la oración? Muchos no valoran esto, pero aquí el Señor nos invita que para que la Fe mueva montañas es muy necesario que aprendamos a buscar la Presencia del Padre a través de esto y así va a producir en nosotros la DEPENDENCIA DEL PADRE. 
En el pensamiento del Padre cuando nosotros usamos nuestros recursos humanos en lugar de los recursos del Padre, se llama Orgullo; pero cuando nosotros usamos las fuerzas del Padre en lugar de las nuestras, se llama Humildad. 
Nosotros escogemos si movemos Su Poder a través de nuestra debilidad, y de esta manera podemos decir: “Diga el Débil, Fuerte soy”.

Repito nuevamente para que se grabe en nuestro corazón:
Mis fuerzas es Orgullo; Sus fuerzas es Humildad
REFLEXION.
Se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; (1 Corintios 15:43 LBLA)
Si queremos resucitar en Poder y así mover la voluntad del Padre, es bien importante morir como grano de trigo, allí es en donde dejamos todo lo que nos hace fuertes en nuestras propias fuerzas y nacemos en el Poder del Padre.

Veamos este ejemplo grande de los héroes de la FE:
Apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. (Hebreos 11:34 LBLA)
Espero que esta enseñanza nos ayude a entender que para crecer en Cristo es necesario menguar, descender, desfallecer, enfermarse en Cristo para poder ser testigos y ser usados en este último tiempo.

Bendiciones abundantes en Jesucristo,


Casa de RestauraZion.

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