Aprendiendo a Amar como Jesús!

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Las cosas espirituales hay que aprenderlas a Amar, si las queremos vivir. No es fácil amar, como no es fácil sujetarse, orar, ayunar, congregarnos, entre muchas otras cosas.

Buscar el Reino de Dios y Su Justicia, es de lo más difícil de hacer, porque nuestra mente se amoldo a las cosas terrenales, y nuestra alma se aprovecha y sabe controlar todas estas cosas que por causa de la caída, se enseñoreo sobre toda la humanidad.

El amor fue algo que Jesús vino a enseñar y a poner por obra, es la fuente de todas las riquezas espirituales, y por eso lo vemos amando en toda su carrera ministerial hasta el culminar su genuino amor a través de una humanidad desagradecida, y muere en esa cruz, bajo maldición.


Cuando hablamos de amor, inmediatamente nuestra alma nos lleva a pensar en una persona, creemos que el amor se basa en los sentimientos, en la carne, y pensamos en besos, abrazos, caricias, sexo. Todo esto nos lleva a desviarnos de lo que verdaderamente nació en el corazón del Padre en Juan 3:16:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16 LBLA)
Lo primero que nos enseña Jesús a través de esta cita bíblica, es que el Amor no tiene nada que ver con lo expuesto anteriormente, eso nació en el Huerto a través de la serpiente, pero el genuino amor nace de un sacrificio por aquello que no lo merece, y que sabiéndolo, aun así se entrega sin esperar nada a cambio, entregando y no recibiendo.

Lo siguiente que podemos ver es que el Amor no proviene de alguien malo, sino por el contrario, de alguien que es puro, santo, inmaculado, sin mancha, sin arruga, sin sombra de variación. Nace de Dios mismo.


DIOS ES AMOR.

Esto es grande, porque el amor es sustancia Divina, proviene de la misma fuente de vida que generó los universos. Sustancia importantísima para que la Palabra creara todo bueno y en gran manera. Jamás el Padre creo de mala gana, con egoísmo, basado en la envidia, sino que lo hizo en Amor.

El apóstol Juan, quien aprendió amar dijo:

Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. (1 Juan 4:16 LBLA)
Repito que el amor no tiene nada que ver con un sentimiento, una emoción del alma, porque quien ama con el Alma, luego odia con la misma facilidad, pero quien ama con el Espíritu Santo, jamás conocerá el odio, el rencor, o cualquier tipo de sentimiento movido por el alma. La fuente genuina del Amor, es la misma Sustancia, es Dios mismo.

Si nos preguntamos del por qué hay tanto odio, resentimiento, violencia, etc., en la humanidad, es porque no han dejado entrar a sus vidas la fuente que es Jesucristo. Cuando El entra a nuestros corazones, inmediatamente hay muerte de lo viejo, de la maldad dentro, y comienza a crecer esa sustancia y luego llegamos a amar de tal manera que llegamos a pensar que cómo sucedió tal cosa.


El Señor dejó otra gran enseñanza en Juan 3:16, y fue que al recibir ese amor, pasamos de muerte a Vida Eterna. ¿Cómo sucede eso? Es algo que no se puede explicar, hay que vivirlo, hay que experimentarlo.

Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:5 LBLA)
Es tan grande Su misericordia, que El Padre nos derrama de ese Amor a través del Espíritu Santo, demostrando con esto de lo grande que es Su Amor, y que si aprendemos a obedecer, El comparte de lo Suyo.

EL AMOR ES UN VÍNCULO PERFECTO.

Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. (Colosenses 3:14 LBLA)
Si entendiéramos lo grande de este verso, creo que el matrimonio y todo tipo de relación, ya sea empresarial, personal, no acabarían en divorcios, en disgustos, en dimes y diretes. El amor del Padre es un Vínculo, nos une a la paz, a la santidad, a la consagración, a la vida misma. Si nos dejáramos vincular por este lazo, dejaríamos el odio, las peleas, las rencillas, y toda obra de la carne. El secreto para dominar la carne es el Amor nacido del Padre.

Cuando el Padre derramo Su amor a través del Espíritu Santo dentro de nosotros, inmediatamente nos vinculó con El, ahora estamos con el Padre dentro de nosotros, Él vive con nosotros, no necesitamos otro mediador que no sea Jesucristo, ya somos de Él, comprados por Su Preciosa Sangre, y dejamos de ser errantes, ahora fuimos encontrados y rescatados para Su Reino Eterno. Derrumbo la Pared que nos separaba y pasamos de ser impuros a puros por el Puro que es Jesucristo. Ya no hay barreras, las barreras las ponemos nosotros, por ignorancia o porque simplemente nos hemos acostumbrado a vivir bajo esclavitud, igual que Israel, libres de faraón en el Desierto, pero esclavos mentales. Quiero que entendamos que ya somos libres y tenemos Padre, ya no estamos huérfanos, nos cuida Su Preciosa Presencia a través del Espíritu Santo.

Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pue-blos hizo uno, derribando la pared intermedia de sepa-ración… (Efesios 2:14 LBLA)
EL AMOR NOS CONDUCE AL REINO.
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33 LBLA)
Muchos predicadores cometemos el error de presentar el Reino de Dios a quienes están padeciendo pobreza, miseria, enfermedad, dolor, etc. Y esto es un error grande, porque toda la humanidad está en vacuidad, están en desorden y vacíos, necesitan quien los Restaure, quien los levante, como el hombre que subía de Jerusalén a Jericó, estaba tirado en el piso, golpeado por los ladrones, y vino Jesús con vendas, aceite y vino, y lo llevo al Mesonero.
No dice que el hombre era pobre, por el contrario, estaba siendo robado y golpeado. Este hombre representa a la humanidad que ha sido atacada por el ladrón, quien vino para robar, matar y destruir. No importa para Dios la condición económica que tenga la gente, si es rico o pobre, si tiene salud o está enfermo, lo que le importa al Padre es nuestra alma que está en ruinas y quiere restaurarla. Se lo dijo el Señor a Simón, no le importó su riqueza, su posición social, le venían a pedir cuentas por su alma y se había descuidado de enseñarle a amar el Reino de Dios.

La verdadera riqueza, es tener a Cristo, es tener Su amor viviendo dentro de nosotros, es permitirle al Espíritu Santo que a través de ese amor todos podamos crecer y madurar. Estoy seguro que si ese amor se mueve en nosotros, vamos a aprender a amar el Reino de Dios, estaremos dispuestos y gozosos a guardar sus preceptos, a vivir la Palabra y respetar al Rey.


Cuando nosotros estamos siendo disciplinados a través de los preceptos del Reino, Su Justicia la amaremos, porque sabemos que sus juicios son justos y verdaderos y son como miel a nuestra vida.

Hoy la gente no guarda la Palabra, simplemente porque no han aprendido a vivir en Amor, ya no aman Su Presencia, Su Gloria, Su Voz. Por este motivo han dejado de congregarse, y ahora aman más el Mundo que el Reino, como Demas.
Lucas, el médico amado, os envía saludos, y también Demas. (Colosenses 4:14 LBLA)
Aqui lo encontramos sirviendo al Reino y al lado de su Ministro, pero leamos ahora esto:
… pues Demas me ha abandonado, habiendo amado este mundo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente se fue a Galacia y Tito a Dalmacia. (2 Timoteo 4:10 LBLA)
Si el amor que nos conduce no es el amor del Padre, el otro amor nos llevar al Mundo y sus pasiones.

EL AMOR SE ENFRIA O RESFRIA.

Sustentadme con tortas de pasas, reanimadme con manzanas, porque estoy enferma de amor. (Cantares 2:5 LBLA)
Podemos ver que el amor si no se cuida, se enferma, y un amor enfermo acabara matando la Fe.
Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. (Mateo 24:12 LBLA)
Aquí vemos la causa del enfriamiento del amor: aumentar la iniquidad. Si permitimos que la maldad haga su trabajo, entonces al igual que al Querubín, que aunque era perfecto, la maldad entro a su corazón y provoco la rebelión celestial.

El amor se siembra en el corazón de nosotros, y si no lo cuidamos, entonces se enferma y aquí es el comienzo de grandes dolores en aquellos que hemos sido llenos del Amor del Padre.

Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. (Proverbios 4:23 LBLA)
Si descuidamos el corazón, nos vamos a encontrar luego con un pantano que traerá muerte y dolor a nuestras vidas.

Veamos estos versos para que se amplíe más el conocimiento:

Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque es fuente de vida.[t] (Pro 4:23)
"Ante todo, cuida tus pensamientos porque ellos controlan tu vida." (Pro 4:23)
Primero que nada, vigila tu corazón, porque en él está la fuente de la vida. (Pro 4:23)
Por encima de todo, guarda tu corazón; porque es la fuente de las consecuencias de la vida.[17] (Pro 4:23)
Aquí es en donde podemos entender el por qué la gente ya no le gusta congregarse o pone por prioridad otras cosas en su vida, cuando nos preocupamos por cuidar ese amor en nosotros, jamás dejaremos de segundo o tercer lugar las cosas del Padre Celestial. Jesús mismo enseño de poner la mirada en el Reino.

SI NO AMAS, ESTAS CAÍDO.

'Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. 'Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arre-piéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes. (Apocalipsis 2:4-5 LBLA)
Estos versos primeramente nos abren nuestros ojos, porque el llamado al arrepentimiento es a la Iglesia, no es al mundo, no es al inconverso. Además nos deja ver cuáles son las señales de que el amor se ha enfriado. Si miramos el contexto, no es muestra de amar, el trabajar en la obra del Señor, no es permanecer en el Cristianismo, podemos hacer muchas cosas por el Señor y no hacerlo de corazón, seremos solo címbalos que retiñen, dijo Pablo.
1 Corintios 13:1 LBLA  Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
Es decir que la espiritualidad no se ve en los hechos, sino en lo que vivimos. De que me sirve que el Padre me use para levantar a los muertos, para llevar mensajes que muevan las masas de gente para Cristo, si mentimos, si robamos, si somos quejumbrosos, criticones, murmuradores, etc. Si analizamos al pueblo de Israel, más de 600.000 hombres no entraron a Canaán por este motivo.
1 Corintios 10:1-11 LBLA  (1)  Porque no quiero que igno-réis, hermanos, que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar;  (2)  y en Moi-sés todos fueron bautizados en la nube y en el mar;  (3)  y todos comieron el mismo alimento espiritual;  (4)  y to-dos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo.  (5)  Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues quedaron tendidos en el desierto.  (6)  Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron.  (7)  No seáis, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos, según está escrito: EL PUEBLO SE SENTO A COMER Y A BEBER, Y SE LEVANTO A JUGAR.  (8)  Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil.  (9)  Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos le provocaron, y fueron destruidos por las serpientes.  (10)  Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor.  (11)  Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos.
Hay muchos caídos en las congregaciones hoy día, cantan, danzan, gritan, lloran, pero de nada les sirve sus lágrimas y sus brincos, porque cuando salen de la congregación lo hacen para murmurar, para criticar, hasta están de acuerdo con el falso profeta, llamado Papa, adorando a ídolos, etc. Pablo es claro y contundente en recordar al Pueblo quienes eran sus ancestros y lo que hicieron para ofender al Padre y por ese motivo no pisaron Canaán.

Cuando la gente empieza a criticar a los Ministros como la Iglesia de Filadelfia que se atrevía a decir si eran o no eran apóstoles, demuestra que el amor se enfrió y por lo tanto están caídos.

Romanos 12:9 LBLA  El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno.
Romanos 13:10 LBLA  El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.
EL AMOR ES CARÁCTER DEL PADRE.
El amor no es algo humano como lo dijimos, sino que el amor es el carácter del Padre dentro de nosotros. El Espíritu Santo está trabajando dentro de nosotros, moldeando ese carácter. Nos están tallando una imagen perfecta y santa y por tal motivo tenemos que dejarnos formar.
1 Corintios 13:4-8 LBLA  (4)  El amor es paciente, es bon-dadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactan-cioso, no es arrogante;  (5)  no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido ;  (6)  no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad;  (7)  todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.  (8)  El amor nunca deja de ser;…
Aquí vemos algunos de los muchos atributos del Amor y que debemos nosotros aprender a vivir para que crezcamos en el Amor y aprendamos a amar como Jesús lo hizo. Veamos esos atributos y analicemos que lo contrario a eso nos lleva a mostrarnos lo caído que estamos:
  • Paciente.
  • Bondadoso.
  • No tiene envidia.
  • No es jactancioso.
  • No es arrogante.
  • No se porta indecorosamente.
  • No busca lo suyo.
  • No se irrita.
  • No toma en cuenta el mal recibido.
  • No se regocija en la injusticia.
  • Se alegra con la verdad.
  • Todo lo sufre.
  • Todo lo cree.
  • Todo lo espera, aun lo malo.
  • Todo lo soporta.
La lista es larga y todo ese trabajo tiene que hacer el Espíritu en nosotros, sin embargo que pena que lo contristamos a diario.

EL AMARNOS ES UNA ORDEN.

Juan 13:34 LBLA  Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.
Juan 15:12 LBLA  Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado.
Cuando el Señor ordeno el aprender a Amar, lo que nos está diciendo es que nos dejemos formar por el Espíritu Santo que está con nosotros haciendo la labor de formar nuestro carácter al de Cristo mismo. Si tu no amas, no toleras, no dejas la envidia, se enoja por todo, no permite que el sufrimiento te forme, y todo lo que vimos anteriormente del carácter del Padre, usted está violando uno de los Nuevos Mandamientos que nos legó Jesucristo y que forma parte importante de la Ciudadanía Celestial, y por lo tanto te estas destituyendo del Reino Eterno. El amar no es algo que nosotros le damos la medida, Jesús dio la medida, dijo que la medida es COMO EL NOS AMO!

Pedro aprendió perdonando 70 veces 7 a su hermano Andrés, nosotros tenemos que aprender amando aun a nuestros enemigos.

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborre-cen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; (Mat 5:44)
Qué fácil es perdonar cuando esperamos algo de recompensa, pero que difícil es hacerlo contra aquellos que nos han hecho daño. Vaya medida!

Es en medio del sufrimiento y de la persecución que se demuestra la medida del amor al que hemos llegado.

Lucas 23:34 LBLA  Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y echaron suertes, repartiéndose entre sí sus vestidos.
Hechos 7:57-60 LBLA  Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos arremetieron a una contra él.  (58)  Y echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearle; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo.  (59)  Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba al Señor  y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.  (60)  Y cayendo de rodillas, clamó en alta voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Habiendo dicho esto, durmió.
Si algunos llegaran a pensar que es imposible aprender a amar como Jesús, aquí vemos el ejemplo que si se puede, Esteban lo hizo, sin dejar a un lado a Pablo y demás personas que dejaron un legado de Fe en Hebreos 11, demostrando su amor, pasando por fuego, por boca de leones y persecuciones brutales que solo aquellos que han sido tallados en el Amor, pueden soportar.

CONCLUSION.

1. El amor no es nacido de ninguna raza o creación alguna, el amor es sustancia del Padre, sale de Él y regresa a Él.
2. El amor se puede enfermar, y llevarnos a tener una vida simple.
3. El amor es carácter del Padre que quiere tallar en nosotros.
4. No nos piden que amemos como nosotros queramos, nos dan una medida a través de Jesucristo.
5. El amar es una orden, si no aprendemos a amar, nos quedaremos fuera del Reino Eterno. Es nuestra decisión y es un desafío.

Bendiciones Abundantes en Jesucristo,


Casa de RestauraZion.

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